Efectivamente, la explotación de los demás animales no acabará porque un@ de nosotr@s se haga vegan@, es decir, decida adoptar un estilo de vida respetuoso hacia ellos y deje de utilizarlos. De igual modo la esclavitud humana no dejó de ser aceptada en la mayoría de las sociedades, porque un@ esclavist@ liberara a sus esclav@s, o porque una persona dejara de comprarlos. Ni tan siquiera en pleno siglo XXI podemos asegurar dicha esclavitud no se produzca en ningún lugar. Sin embargo parece evidente que aunque quede aún camino por recorrer, se consiguió avanzar bastante en este sentido gracias a quienes dejaron de participar de ella y emprendieron su lucha cuestionándola públicamente.
Está claro que una consideración igualitaria hacia los intereses de los demás animales no se alcanzará nunca si todo el mundo adopta una postura como la citada en la pregunta del enunciado. Los demás animales no se organizarán para reclamar su derecho a disfrutar de sus vidas libres de explotación. Tampoco es factible que puedan escapar de su situación de sometimiento, lograda a través de métodos coactivos: reclusión, privaciones, cadenas, jaulas, rejas, castigos, etc, y sostenida en base a la inocencia de los esclavos y a su incapacidad para librarse de ella.
No es previsible que ante tanta premeditación por parte de la especie dominante l@s dominad@s, siendo éstos animales no humanos, huyan en masa de sus dominador@s. Ni siquiera lo es que dado el caso de que la huída se produzca por parte de algunos individuos, se les permita a éstos lograr su objetivo con éxito (en aquellas ocasiones en que ciert@s cautiv@s logran escapar, se les asesina o se les obliga a volver a los lugares de los que intentaban huir).
Por otra parte, parece lógico pensar que el respeto hacia dichos animales no partirá de aquell@s inversor@s que han decidido apostar por su utilización y ven crecer sus ingresos gracias a ella.
Un tanto utópico se muestra el planteamiento de que la sociedad en términos globales, va a tomar conciencia súbitamente de la injusticia que se está cometiendo con seres, que al igual que nosotr@s son capaces de sufrir y de disfrutar, y va a dejar de mantenerla.
La explotación animal es rentable para algun@s, y pensar que no puede hacerse nada para cambiarla una postura cómoda para tod@s, pues se traduce en tener que hacer eso: nada.
Sin embargo, cada vez que alguien se hace vegan@ está dejando de participar en la esclavitud y sometimiento que sufren los animales que no pertenecen a nuestra especie. Cada vegan@ deja de ser un/a cliente más por el/la que mantener la explotación, para ser un@ más por el/la que abolirla. Si esta persona además cuestiona abiertamente el especismo (discriminación por motivo de especie), estará acelerando el proceso necesario para que esta injusticia sea conocida socialmente y pueda ser considerada. Cada persona que decide dar este paso, está alertando al resto a través de su elección de la existencia del problema: no tod@s creemos que sea justo aprovecharnos de los demás animales, no a tod@s nos parece “normal” hacerlo, ni creemos que sea algo irremediable.
La conclusión es simple: es posible vivir sin utilizar a los demás animales, y está al alcance de la mano de tod@s nosotr@s no participar de esta injusticia y trabajar para que pueda ser reconocida y superada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario